La pelota rebota,
la atrapo con la mano,
pero se desvanece su materia,
parece que me lo he inventado;
cuando vuelve a rebotar,
esta vez golpea mi cabeza,
que rebota contra la pared
botando yo como una pelota
que intentas atrapar con tu mano,
cuando me desvanezco,
sin materia...
El pensamiento intempestivo que se desprende de estas obras puede que se instaure en el lector tras su paso por ellas. Quizá, querido lector, una flecha alcance su mirada; quizá, querido lector, esta flecha lance su mirada hacia horizontes sin decoro ni censura; quizá, y tan sólo quizá, su mirada no vuelva a ser la misma. Si esto ocurre, habremos conseguido nuestro propósito: EL PATHOS DE LA DISTANCIA.
domingo, 18 de julio de 2010
Tu cara está llena de temores
Tu cara está llena de temores;
tus ojeras no indignan tu pena,
sólo la resaltan,
hacen ver tu soledad taciturna.
Tu cara rebosa miedos presentes,
en el escalofrío de tu mirada se vislumbra,
por tus pupilas eclipsadas,
ahorcando tu brillo, que se desvanece.
Sé que lo sabes
por el reflejo de tu rostro
cuando lo miras de reojo
para no ver demasiado.
Sé que a veces le gritas
injurias, reproches, y condenas
sus actos marcados bajo la piel
de sus ojos, que es la tuya,
en un reflejo que no sabe
más que decirte la verdad.
Y así de triste lo ves,
cansado de castigos y lamentos,
de juicios e insultos desmedidos,
cuando sólo pretende decirte:
date tiempo.
Tu cara refleja tus temores,
tú lo ves, lo sabes, pero no te oyes.
tus ojeras no indignan tu pena,
sólo la resaltan,
hacen ver tu soledad taciturna.
Tu cara rebosa miedos presentes,
en el escalofrío de tu mirada se vislumbra,
por tus pupilas eclipsadas,
ahorcando tu brillo, que se desvanece.
Sé que lo sabes
por el reflejo de tu rostro
cuando lo miras de reojo
para no ver demasiado.
Sé que a veces le gritas
injurias, reproches, y condenas
sus actos marcados bajo la piel
de sus ojos, que es la tuya,
en un reflejo que no sabe
más que decirte la verdad.
Y así de triste lo ves,
cansado de castigos y lamentos,
de juicios e insultos desmedidos,
cuando sólo pretende decirte:
date tiempo.
Tu cara refleja tus temores,
tú lo ves, lo sabes, pero no te oyes.
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