lunes, 14 de junio de 2010

La flecha del poeta

Los versos sin decoro ni censura,
la palabra contenida del esclavo,
la lengua que me muerdo cuando hablo;
la flecha del poeta no murmura,
es grito de locura desolado
que atraviesa la máscara del pueblo;
el veneno mortal de su saeta
es antídoto en corazón adormecido,
es rumor, en la noche enfebrecido,
de muchedumbre alzando sus antorchas,
clamando la muerte más valiente,
arrancando el soneto del soldado,
la copla del ciego abandonado,
la hoguera por un rito demoníaco,
la heregía de la monja en el convento,
la mirada a una tierra de esperanza
del guerrero de la azada y el rastrillo;
no pienses sino siente lo que digo
que por más que amordacen tu albedrío
estos versos no dejarán de repetirlo.

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