miércoles, 2 de junio de 2010

Ayer abrí el vino del mañana

Ayer abrí el vino del mañana,
me lancé al olvido,
pero me recordé una vez más
olvidándome de ti;
me reinventé de nuevo
en cada sorbo añejo
y pasé página
en mi libro de las decepciones
y de los arrepentimientos;

juntos nos emborrachamos,
mi ayer y el mañana,
creando un solsticio intermedio;
recreando el soliloquio del náufrago;
mancillando el lamento del soldado;
retrasando el momento pasado;
los segundos de la hora repetida
en cada fotograma de mi rostro;
renombrando cada argumento
de mi lucha perdida,
que hoy será la tregua de los casados;
el año sabático;
el silencio después del orgasmo.

Así para, luego, arrancarme la piel,
desde dentro,
desde la osamenta hasta el recuerdo;
desde el olvido hasta el anhelo;
desde que vivo hasta que muero.

2 comentarios:

  1. Estimado Pablo: ya sabrás que no ando con mercantilismo en los comentarios ni vanos elogios y asi como critiqué con crudeza tu breve poema en el Foro Monosílabo, debo decir que empujado por la seducción que tu intelecto y apretura crítica me produjo, he llegado a tu blog y he tenido la suerte de leer esta maravilla que has escrito y que tanto me ha impactado. He sentido tus versos muy próximos y afines a mis sentimientos, he leído bellas metáforas y melodiosos versos. Eres un gran poeta amigo, seguiré pasando por tu blog a ver que nos sigue trayendo la marea.
    Respecto del blog, me ha gustado encontrar poemas del querido Mario Benedetti y de Oliverio Girondo, cuéntame entre tus asiduos lectores , siempre que el tiempo me lo permite y la memoria no me traicione.
    Un afectuoso abrazo, compañero

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  2. Hola Gus!
    Gracias por tu paso por el blog, celebro que cuente con tu presencia y te damos la más cordial bienvenida. Me alegro de que te gustara el poema, es todo un honor complacerte con mis letras. Un abrazo, compañero.

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