El pensamiento intempestivo que se desprende de estas obras puede que se instaure en el lector tras su paso por ellas. Quizá, querido lector, una flecha alcance su mirada; quizá, querido lector, esta flecha lance su mirada hacia horizontes sin decoro ni censura; quizá, y tan sólo quizá, su mirada no vuelva a ser la misma. Si esto ocurre, habremos conseguido nuestro propósito: EL PATHOS DE LA DISTANCIA.
jueves, 20 de mayo de 2010
No te encuentro
Despierta un nuevo día. Desayuno con la esperanza de que hoy te encontraré. Sólo conozco de ti tu apariencia, que siempre me muestras lejana y distante. Paseo por nuestro barrio, calles de nuestra infancia, parques de nuestros juegos. De ti sólo albergo vagos recuerdos. Miro en cada esquina, en cada recoveco. Te busco y te busco, pero no te hallo. Vuelvo a casa desesperado porque de nuevo no te he encontrado. Sólo deseo conocernos un poco, darnos una oportunidad. Me miro al espejo y ahí estás: distante, arcano. De ti no tengo más que tu reflejo...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario