Resignado,
mudo,
atorado;
trago hacia dentro
en este mundo arcano,
regurgito por dentro
saliva amarga.
Llanto, tras un orgasmo,
por una mano encadenada,
ahora redentora,
liberadora de mi asco.
Rabia,
dolor,
desencanto;
una cana en el flequillo,
unos ojos de espanto;
una mirada,
la mía,
fija, en la baldosa,
de un cuarto de baño,
aséptico y cercado,
como este mundo arcano.
Frío,
pudor,
engaño;
transgénico alimento
consumes en silencio
convirtiéndolo en pecado.
Mientras,
ahí sigues:
aséptico,
encadenado,
mirando la baldosa,
sentado,
en el lavabo.
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